A veces las aplicaciones se cuelgan y tenemos que cerrar la aplicacion a la fuerza.
Resulta de lo más molesto encontrarse a la hora de salir de Windows con que la sesión no se puede cerrar porque hay procesos en segundo plano que aún no han terminado. A este hecho se suma la imposibilidad de interceptarlos haciendo clic sobre el cuadro Finalizar ahora. La situación es sin duda frustrante pero no os desaniméis, es posible hacer que el sistema operativo pase por alto estos contratiempos a la fuerza.
Para ello, nos dirigimos al Registro de Windows de la forma habitual (regedit). Una vez en él, buscamos la clave HKEY_USERS\.DEFAULT\Control Panel\Desktop.
Tras situarnos sobre ella, localizamos la cadena AutoEndTask y hacemos doble clic en ésta para modificar el valor de 0 a 1.
En el caso de que no encontremos dicha cadena, la crearemos desde el menú Edición/Nuevo/Valor de Cadena Múltiple.
Una vez que lo hemos cambiado, cerramos el Editor del Registro y reiniciamos el sistema para dejarla activa.
A partir de ahora ya no se nos resistirá ninguna aplicación a su cierre con el sistema.